martes, 23 de octubre de 2012

PRENSAS DE VOLANTE Ó BALANCIN


PRENSAS A VOLANTE CON SISTEMA DE DROZ

El hierro para uso industrial fue descubierto el año 1500 a.C. en Medzamor Ereván, capital de Armenia y del monte Ararat. La tecnologia del hierro se mantuvo mucho tiempo en secreto. Su difusión comenzó a extenderse hacia el año 1200 a. C. Los celtas habían difundido la técnica de elaboración del hierro en Europa. Así lo confirman el yacimiento de Hallstatt, ( 1000-900 años a.C. ) y el de "La Tene" (500 años a.C.) donde los utensilios hallados presentan una evolucion en relacion con los de "Hallstatt".

Los hombres que separaron el hierro del mineral, se puede decir que fueron los primeros forjadores. Esta operación la realizaron primeramente golpeando con piedras, hasta que lograron confeccionar útiles adecuados, entre otros el martillo y la maza.





Los forjadores batian a fuerza de brazos, la masa de hierro que producían en las antiguas "ferreas de viento" para transformarlas en tochos. Prácticamente hasta la edad media, calentando el hierro en rudimentarias fraguas, este material solo se empleaba para fabricar armas y pequeños utensilios.


El desarrollo y generalización de la máquina-herramienta, fue principalmente un logro del siglo XIX, aunque en realidad sus comienzos se remontan a muchos años atrás.
Aunque anteriormente, durante muchos siglos, las estructuras de las máquinas - herramienta eran de madera, a partir de principios del siglo XIX están compuestas de estructuras metálicas, y mecanismos cinemáticos para lograr los movimientos de trabajo necesarios en cada caso.
El desarrollo industrial del siglo XIX fue posible por el desarrollo y empleo de diversos tipos de máquinas y procesos de trabajo, aplicados a la fabricación de piezas metálicas de todo tipo de máquinas, estructuras y componentes.
Las monedas más primitivas eran pequeños discos metálicos (se le denomina "Cospel") en los cuales se imprimía por medio de un golpe en un troquel grabado (Cuño) una marca en uno de sus lados (anverso). Estas monedas reciben el nombre de "incusas" y se caracterizan porque presentan la misma imagen por los dos lados: en una en relieve y en la otra en hueco.



 En el Renacimiento se logran avances en la acuñación logrando por medio de maquinaria la acuñación precisa y la dificultad del robo de materiales. Durante el Renacimiento, la moneda se convirtió en el primer producto fabricado mecánicamente en serie, millones de piezas idénticas. Los pequeños talleres de la edad media se convirtieron en grandes Cecas mecanizadas. La primera de estas cecas tuvo lugar en Ausburgo en 1550.

La prensa a volante o prensa de balancín ya fue dibujada o diseñada por Leonardo da Vinci, ( 1452–1519 ), dejo dibujos que nos indican que el concepto de la prensa de volante nace en esta época.
La prensa a volante para la fabricación de moneda fue llevada a cabo en 1508  por el artista florentino, Bramante, para acuñar medallas de plomo, que es uno de los metales más blandos y que no se endurece bajo la presión de los cuños. Treinta años más tarde, un compatriota suyo, escultor, joyero y artista, Benvenuto Cellini, acuñó monedas de oro para el Papa Clemente VII, con esta técnica y dejó una descripción completa de la prensa que construyó. Pero las primeros volantes no tenían la fuerza necesaria para acuñar más que pequeñas piezas.
En 1551, el rey francés Enrique II crea una nueva ceca en París, la maquinaría obra de ingeniero alemán de Ausburgo, Max Schwab, contaba de un molino movido por fuerza hidráulica capaz de crear tiras metálicas lisas y del grosor deseado, de una máquina manual de corte que agujereaba la tira cortando así los cospeles y de una prensa para acuñar. Schwab podía producir monedas perfectamente redondas lo que indica que usaba virola. Schwab fracasó en su intento de vender su maquinaría a cecas en Alemania e Italia. Tras años de oposición de los monederos franceses que seguían acuñando a martillo, por el 1641 la prensa volantes estaba finalmente en uso en la ceca de París. La misma oposición encontró por los monederos ingleses pero en 1652 ya estaba operativa la prensa volante en la Royal Mint.
Las prensas volantes estaban construidas en hierro forjado o bronce. El principal problema de estas prensas es que al acuñarse la moneda el impacto pudiese romper el troquel superior, para solucionar este problema se usaba un soporte rectangular en el que se ajustaba el troquel mediante cuñas y posteriormente mediante tornillos. Siendo característica la forma rectangular del troquel para este tipo de prensas. Otros problemas de este método de acuñación, es que eran necesarios al menos 4 trabajadores para girar el brazo debido a los contrapesos y el acuñador no era difícil que pudiese perder sus dedos.
En las prensas volantes el cuño móvil que impactaba correspondía al anverso, no como en la acuñación a martillo donde el cuño móvil que era golpeado con la maza correspondía al reverso.

A partir de mediados del siglo XVII la prensa volante se extendió rápidamente por Europa, no sin resistencia al cambio a una nueva tecnología por los trabajadores que practicaban la acuñación a martillo.

Felipe V introdujo este sistema en España, instalándolas en las Cecas de Madrid y Sevilla, hacia el año 1700 en Madrid, más de medio siglo después de su introducción en las Cecas de Londres y Francia, y en Segovia  para las monedas de plata y oro sobre 1721 y para el cobre  en 1772. Mientras que en México se dispone su uso por primera vez en el Nuevo Mundo en el año 1728, fabricándose columnarios de plata y busto en oro con fecha de 1732.
(En Segovia se acuña con prensa automática a partir de 1866 y con virola. Anteriormente a esta fecha fue con rodillo y después a volante y las dos utilizaron cerrilla).

Desde finales del siglo XVII hasta finales del siglo XVIII hubo pocos cambios en las prensas volantes, a no ser que cada vez se acuñaban monedas y medallas de mayor módulo.

Por medio de un eje de tornillo, a cuyo extremo que se fijaba el cuño de reverso, mientras que el anverso o "pila" permanecía inmóvil en la parte inferior. El tornillo descendía y presionaba el cospel interpuesto accionando un volante o brazo de balancín, que disponía de sendos contrapesos en sus extremos que aseguraban la inercia descendente del mismo. La violenta fuerza impulsora del mecanismo a tornillo era transmitida por varios operarios que tiraban de unas sogas fijadas a ambos extremos del volante.


A finales del siglo XVIII se dota a la prensa volante, de virola partida capaz de acuñar leyendas en el canto y de alimentación de cospeles automática y la retirada también automática de las monedas recién acuñadas, aportaciones del artista Jean Pierre Droz y mecánico Philip Gengembre en la Ceca de París.


La acuñación a volante, con el canto labrado, se hace obligatoria en España para todos los metales. A partir de la Ordenanza de 1730, en los talleres dotados con molinos éstos se utilizaran sólo para laminar los rieles o barras de metal. De igual manera, se acababa con la acuñación de metales a cargo de particulares.

La prensa de volante Austerlitz, se instaló en 1832 en la Casa de la Moneda de Madrid y se utilizó para acuñar monedas pequeñas. El nombre del modelo, Austerlitz, se debe a que las primeras máquinas de este tipo se fabricaron en 1807 con los cañones capturados al ejército ruso en la célebre batalla. 




Prensa volante  Austerlitz,  Altura: 77 cm. Anchura máxima: 40 cm. 



Detalle de una maquina de volante


  Fue MarianoGonzález de Sepúlveda, el grabador de la Casa de la Moneda de Madrid,  quien  bajo la protección de Manuel Godoy, primer ministro de Carlos IV,  se trasladó a París para aprender el funcionamiento de la nueva prensa,  Jean Pierre Droz, célebre grabador y maquinista  le enseño el funcionamiento.


Mariano González de Sepúlveda


Mariano Gonzalez de Sepulveda en su estancia en parís y durante el aprendizaje del funcionamiento de la nueva prensa con el sistema Droz,  grabo y acuño una medalla cuya descripción es la siguiente:
Anverso: Los bustos unidos a la derecha de Carlos IV y Maria Luisa, con la leyenda; UNON AUGUSTA.
Reverso: Campo liso y la incripcion: EVITANDO EL FRAUDE DILACION  Y GASTOS, IDENTIFICA LOS SIGNOS  Z ; Leyenda entre la grafila y el circulo que encierra la inscripción: J.P. DROZ, INVENTOR DEL METODO DE MULTIPLICAR LOS TROQUELES  MDCCCI : virola con inscripción en relieve.
Luego llego a Madrid el Señor de  Sepúlveda, en 1804 repitio la misma operación de acuñar en virola, acuñando a presencia de Carlos IV, del príncipe de la Paz y de toda la corte la siguiente medalla:
Anverso: Igual a la que se acuño en Paris;  Los bustos unidos a la derecha de Carlos IV y Maria Luisa, con la leyenda; UNON AUGUSTA.
Reverso: AL GENERALISIMO PRINCIPE DE LA PAZ. POR ESTE BENEFICIO CONSAGRAN SU AGRADECIMIENTO LAS ARTES EN ESPAÑA: leyenda entre la grafila y circulo de la inscripción: DROZ INVENTO EN PARIS EL MODO DE MULTIPLICAR LOS TROQUELES. SEPULVEDA LO ESTABLECIO EN MADRID  MDCCCIV.
La virola es de cinco segmentos con letras que componen la leyenda: ACUÑA SUPERFICIE Y CANTO A UN SOLO GOLPE, que es la misma que acuñada en Paris.
La guerra de la independencia que sobrevino inmediatamente y las demás turbulencias políticas impidieron que se siguiese este método de acuñación, pero los esfuerzos y suplicas de Sepulveda y a la gran protección que presto a las casas de la moneda el ministro de hacienda D. Luis Lopez Ballesteros, se debe el que se estableciese la acuñación en virola en la casa de moneda de Madrid, lo que se verifico en 1833, como lo indica la siguiente medalla:
Anverso: Uno de los volantes de la casa de moneda inventado por GENGEMBRE que es el que está en uso en España y en todo Europa menos en Inglaterra donde esta en practica el de Droz: a sus lados a la derecha una virola lisa, y a la izquierda una de tres cachos dentro de otra lisa: en la parte superior una corona imperial radiante.
Exerjo: REAL DEPARTAMENTO DE GRABADO.
Reverso: Campo liso y la inscrepcion dentro de grafila: REINANDO FERNANDO VII Y MARIA CRISTINA DE BORBON , SE ESTABLECIO EN ESPAÑA LA ACUÑACION DE LA MONEDA EN VIROLA POR EL SISTEMA DE GENGEMBRE  MDCCCXXXIII: virola de tres cachos de flores de lis. 
El ultimo duro que se hizo de Fernando VII el año de 1833, que es rarísimo ya, porque murió el rey antes de su acuñación, no se publicó, tiene la virola en tres segmentos con la leyenda “ DIOS ES EL REY DE LOS REYES” , la cual se uso igual para los primeros duros de Isabel II.
Pero por acuerdo de las Cortes Constituyentes de 1837 , se pone en la virola: LEY  PATRIA  Y  REY.
GENGEMBRE:  VOLANTE DE Droz perfeccionado por gengembre.
Un ejemplo de las primeras monedas acuñadas a volante  ya en tiempo de Isabel II.


En el segundo tercio del siglo XIX se producirá la "liberación del ser humano" con la automatización definitiva del momento de la acuñación, de la mano de novedosas prensas movidas por la fuerza obtenida de máquinas a vapor, como las desarrolladas por el citado Droz y por el británico Matthew Boulton entre otros, que permitieron un enorme aumento de la producción y una mayor presión, calidad y homogeneidad en la acuñación. La primera prensa Le Thonnelier movida a vapor que se fabricó en España en 1856 por la Cía. Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona. Fuerza mecánica obtenida del vapor que gradualmente sería sustituida, a finales del siglo XIX, por la adaptación a estos menesteres de los nuevos motores eléctricos. 

La virola es una aro de acero que contiene al cospel en el momento de la acuñación y hace que la moneda sea perfectamente redonda y evita la expansión del metal fuera de aquellos al ser troqueladas sus dos caras.

Existen 2 tipos de virolas, la virola sin segmentar, o de una pieza, primera en usarse en prensas volantes, que permite dar forma estriada o lisa al canto.

Y la virola partida, inventada por Droz sobre 1783 y primeramente usada en prensas a Volantes y posteriormente en la prensa de Boulton. Está formada por 3 segmentos y permite acuñar leyendas, motivos, estrías, cordón, lises, etc. en el canto de la moneda. Con el uso de la virola y con un golpe del troquel móvil quedan acuñadas ambas caras y el canto.


Bibliografia:

 Dr. D. Rafael Feria -  LA INDUSTRIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN MONETARIA  EN ESPAÑA, 1700 - 1868.

Numisma 2010, edición anual.



domingo, 14 de octubre de 2012

* MARAVEDÍS LEYENDA CONSTITUCIONAL *


         LOS PRIMEROS MARAVEDIS DE ISABEL II - 2ª Parte.
          ( 1842 – 1850 )

ISABEL II

La Constitución de 1837 fue fruto de la crisis del Estatuto Real.   El enfrentamiento entre moderados y progresistas impidió la normal y sosegada aplicación de las reglas del Estatuto Real y  en agosto de 1836 los sargentos del Palacio de la Granja se amotinaron y obligaron a la Reina Gobernadora a poner en vigor la Constitución de 1812 (13 de agosto) y a convocar Cortes Extraordinarias.


La Reina Gobernadora María Cristina de Borbón jura la Constitución de 1837


La Constitución elaborada por una comisión presidida por Agustín Argüelles, incorporó, por vez primera en nuestra historia constitucional, una declaración sistemática y homogénea de derechos. Entre los derechos que entonces se recogieron figuran la libertad personal, la inviolabilidad del domicilio, la libertad de expresión, las garantías penales y procesales, el derecho de petición, la igualdad el acceso a los cargos públicos y, por supuesto, las garantías del derecho de propiedad.
El régimen que instauró la Constitución de 1837 fue el de una Monarquía constitucional. Por un lado, reforzaba los poderes del Rey, ratificando las facultades, que ya preveía el Estatuto Real, de convocatoria y disolución de las Cámara, así como el derecho de veto. Pero, a la vez, subrayaba el carácter limitado de la Monarquía, a través del principio de inviolabilidad del Rey, que determinaba la necesidad de refrendo ministerial para la eficacia de sus decisiones, con el contrapeso de que era el monarca quien nombraba y separaba libremente a los ministros del Gobierno.
Las Cortes se componían de dos cuerpos colegisladores iguales en facultades: el Congreso de los Diputados y el Senado, denominaciones que se han mantenido hasta hoy. Con ello, el texto de 1837 se situaba de nuevo en la línea de las constituciones europeas de la época, como eran la francesa de 1830 y la belga de 1831. El Congreso de los Diputados se elegía mediante un sistema de voto censitario. El Senado tenía una composición mixta: por un lado había senadores de base electiva, designados por el Rey entre los incluidos en una triple lista que confeccionaban los mismos electores que concurrían a las elecciones al Congreso, cuyo mandato era de 9 años, siendo renovados por tercios cada tres años. Por otro, había senadores a título propio, que eran los hijos del Rey y del heredero inmediato a la Corona desde que cumplían los veinticinco años.
Se ha dicho que la Constitución de 1837 fue un texto técnicamente estimable y políticamente conciliador, características que en otras circunstancias históricas quizá hubiesen permitido el comienzo de una época política más sosegada. Sin embargo, el período de vigencia de esta Constitución se caracterizó por la agitación e inestabilidad política que se mantuvo tanto en la regencia de María Cristina como luego en la regencia de Espartero y en la la mayoría de edad de Isabel II . Esta inestabilidad se reflejó en la sucesión vertiginosa de Gobiernos (más de once en los primeros cuatro años, correspondientes a la regencia de María Cristina), en la constante presión de los progresistas sobre la Regente, más favorable a la postura moderada, y en la continua tensión entre las dos principales fuerzas políticas, cada una con sus correspondientes apoyos militares. Esta disgregación interna de los liberales permitió que el problema carlista no fuese solventado hasta el abrazo de Vergara entre Maroto y Espartero, el 31 de agosto de 1839.



La Constitución de 1837 fue, pues, una más de las ocasiones perdidas por el pueblo español para superar sus diferencias. Con ello se posponía la paz entre las dos Españas: "la España antigua", dice Pérez Galdós, "representada por el inepto hermano de Fernando VII, y la España moderna, simbolizada en una niña inocente y una viuda joven, hermosa, desvalida, dulce y magnánima, que había sabido ablandar con su ternura el corazón del monstruo a quien la ligó el destino".

 Alegoría de la Constitución Española. (1837 )


Doña Isabel II, por la gracia de Dios y la Constitución de la Monarquía española, Reina de las Españas; y en su Real nombre, y durante su menor edad, la Reina viuda su madre Doña María Cristina de Borbón, Gobernadora del Reino; a todos los que la presente vieren y entendieren, saber: Que las Cortes generales han decretado y sancionado, y Nos de conformidad aceptado, lo siguiente:
Siendo la voluntad de la Nación revisar, en uso de su Soberanía, la Constitución política promulgada en Cádiz el 19 de marzo de 1812, las Cortes generales, congregadas a este fin, decretan y sancionan la siguiente;

CONSTITUCIÓN DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA


TÍTULO I
De los españoles

Art. 1. Son españoles:
1.° Todas las personas nacidas en los dominios de España.
2.° Los hijos de padre o madre españoles, aunque hayan nacido fuera de España.
3.° Los extranjeros que hayan obtenido carta de naturaleza.
4.° Los que sin ella hayan ganado vecindad en cualquier pueblo de la Monarquía.
La calidad de español se pierde por adquirir naturaleza en país extranjero, y por admitir
empleo de otro Gobierno sin licencia del Rey.
Art. 2. Todos los españoles pueden imprimir y publicar libremente sus ideas sin previa
censura, con sujeción a las leyes.
La calificación de los delitos de imprenta corresponde exclusivamente a los jurados.
Art. 3. Todo español tiene derecho de dirigir peticiones por escrito a las Cortes y al Rey,
como determinan las leyes.
Art. 4. Unos mismos códigos regirán en toda la Monarquía, y en ellos no se establecerá
más que un solo fuero para todos los españoles en los juicios comunes, civiles y
criminales.
Art. 5. Todos los españoles son admisibles a los empleos y cargos públicos, según su
mérito y capacidad.
 Art. 6. Todo español está obligado a defender la Patria con las armas cuando sea llamado
por la ley, y a contribuir en proporción de sus haberes para los gastos del Estado.
Art. 7. No puede ser detenido, ni preso, ni separado de su domicilio ningún español, ni
allanada su casa, sino en los casos y en la forma que las leyes prescriban.
Art. 8. Si la seguridad del Estado exigiere en circunstancias extraordinarias la suspensión
temporal en toda la Monarquía, o en parte de ella, de lo dispuesto en el artículo anterior,
se determinará por una ley.
Art. 9. Ningún español puede ser procesado ni sentenciado sino por el Juez o Tribunal
competente, en virtud de leyes anteriores al delito y en la forma que éstas prescriban.
Art. 10. No se impondrá jamás la pena de confiscación de bienes, y ningún español será
privado de su propiedad sino por causa justificada de utilidad común, previa la
correspondiente indemnización.
Art. 11. La Nación se obliga a mantener el culto y los ministros de la Religión Católica
que profesan los españoles.

TÍTULO II
De las Cortes

Art. 12. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey
Art. 13. Las Cortes se componen de dos Cuerpos colegisladores iguales en facultades: el
Senado y el Congreso de los diputados.

TÍTULO III
Del Senado

Art. 14. El número de los senadores será igual a las tres quintas partes de los diputados.
Art. 15. Los senadores son nombrados por el Rey a propuesta, en lista triple, de los
electores que en cada provincia nombran los diputados a Cortes.
Art. 16. A cada provincia corresponde proponer un número de senadores proporcional a
su población; pero ninguna dejará de tener por lo menos un Senador.
 Art. 17. Para ser Senador se requiere ser español, mayor de cuarenta años y tener los medios de subsistencia y las demás circunstancias que determine la ley electoral.
Art. 18. Todos los españoles en quienes concurran estas cualidades, pueden ser
propuestos para senadores por cualquier provincia de la Monarquía.
Art. 19. Cada vez que se haga elección general de diputados por haber expirado el
término de su encargo, o por haber sido disuelto el Congreso, se renovará por orden de
antigüedad la tercera parte de los senadores, los cuales podrán ser reelegidos.
Art. 20. Los hijos del Rey y del heredero inmediato de la Corona son senadores a la edad
de veinticinco años.

TÍTULO IV
Del Congreso de los Diputados

Art. 21. Los diputados se elegirán por el método directo, y podrán ser reelegidos
indefinidamente.
Art. 23. Para ser Diputado se requiere ser español, del estado seglar, haber cumplido
veinticinco años, y tener las demás circunstancias que exija la ley electoral.
Art. 24. Todo español que tenga estas cualidades, puede ser nombrado Diputado por
cualquier provincia.
Art. 25. Los diputados serán elegidos por tres años.

TÍTULO V
De la celebración y facultades de las Cortes

Art. 26. Las Cortes se reúnen todos los años. Corresponde al Rey convocarlas, suspender
y cerrar sus sesiones, y disolver el Congreso de los Diputados; pero con la obligación, en
este último caso, de convocar otras Cortes, y reunirlas dentro de tres meses.
Art. 27. Si el Rey dejare de reunir algún año las Cortes antes del 1 de diciembre, se
juntarán precisamente en este día; y en el caso de que aquel mismo año concluya elencargo de los diputados, se empezarán las elecciones el primer domingo de octubre para
hacer nuevos nombramientos.
Art. 28. Las Cortes se reunirán extraordinariamente luego que vacare la Corona, o que el
rey se imposibilitare de cualquier modo para el gobierno.
Art. 29. Cada uno de los Cuerpos Colegisladores forma el respectivo reglamento para su
gobierno interior, y examina la legalidad de las elecciones y las calidades de los
individuos que le componen.
Art. 30. El Congreso de los Diputados nombra su Presidente, Vicepresidentes y Secretarios.
Art. 31. El Rey nombra para cada legislatura de entre los mismos senadores, el Presidente
y Vicepresidente del Senado, y éste elige sus secretarios.
Art. 32. El Rey abre y cierra las Cortes, en persona o por medio de los ministros.
Art. 33. No podrá estar reunido uno de los Cuerpos Colegisladores sin que lo esté el otro
también, excepto en el caso en que el Senado juzgue a los ministros.
Art. 34. Los Cuerpos Colegisladores no pueden deliberar juntos ni en presencia del Rey.
Art. 35. Las sesiones del Senado  y del Congreso serán públicas, y sólo en los casos que
exijan reserva, podrá celebrarse sesión secreta.
Art. 36. El Rey y cada uno de los Cuerpos Colegisladores tienen la iniciativa de las leyes.
Art. 37. Las leyes sobre contribuciones y crédito público se presentarán primero al
Congreso de los Diputados, y si en el Senado sufrieren alguna alteración que aquél no
admita después, pasará a la sanción real lo que los diputados aprobaren definitivamente.
Art. 38. Las resoluciones en cada uno de los Cuerpos Colegisladores se toman a
pluralidad absoluta de votos; pero para votar las leyes se requiere la presencia de la mitad
más uno del número total de los individuos que le componen.
Art. 39. Si uno de los Cuerpos Colegisladores desechare algún proyecto de ley, o le
negare el Rey la sanción, no podrá volverse a proponer un proyecto de ley sobre el mismo
objeto en aquella legislatura.
Art. 40. Además de la potestad legislativa que ejercen las Cortes con el Rey, les
pertenecen las facultades siguientes:
1.ª Recibir al Rey, al sucesor inmediato de la Corona, y a la Regencia o Regente del
Reino, el juramento de guardar la Constitución y las leyes.
2  ª Resolver cualquier duda de hecho o de derecho, que ocurra en orden a la sucesión a la
Corona.
3  ª   Elegir Regente o Regencia del Reino y nombrar tutor al Rey menor, cuando lo
previene la Constitución.
4  ª Hacer efectiva la responsabilidad de los ministros, los cuales serán acusados por el
Congreso y juzgados por el Senado.
Art. 41. Los senadores y los diputados son inviolables por sus opiniones y votos en el
ejercicio de su encargo.
Art. 42. Los senadores y los diputados no podrán ser procesados ni arrestados durante las
sesiones sin permiso del respectivo Cuerpo Colegislador, a no ser hallados in fraganti;
pero en este caso, y en el de ser procesados o arrestados cuando estuvieren cerradas las
Cortes, se deberá dar cuenta lo más pronto posible al respectivo Cuerpo para su
conocimiento y resolución.
Art. 43. Los diputados y senadores que admitan del Gobierno o de la Casa Real pensión,
empleo que no sea de escala en su respectiva carrera, comisión con sueldo, honores o
condecoraciones, quedan sujetos a reelección.

TÍTULO VI
Del Rey

Art. 44. La persona del Rey es sagrada e inviolable, y no está sujeta a responsabilidad.
Son responsables los ministros.
Art. 45. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey, y su autoridad se
extiende a todo cuanto conduce a la conservación del orden público en  lo interior, y a la
seguridad del Estado en lo exterior, conforme a la Constitución y a las leyes.
Art. 46. El Rey sanciona y promulga las leyes.
Art. 47. Además de las prerrogativas que la Constitución señala al Rey, le corresponde:
1.° Expedir los  decretos, reglamentos e instrucciones que sean conducentes para la
ejecución de las leyes.
2.° Cuidar de que en todo el Reino se administre pronta y cumplidamente la justicia.
3.° Indultar a los delincuentes con arreglo a las leyes.
4.° Declarar la guerra y hacer y ratificar la paz, dando después cuenta documentada a las Cortes.
5.° Disponer de la fuerza armada, distribuyéndola como más convenga.
6.° Dirigir las relaciones diplomáticas y comerciales con las demás potencias.
7.° Cuidar de la fabricación de la moneda, en la que se pondrá su busto y nombre.
8.° Decretar la inversión de los fondos destinados a cada uno de los ramos de la administración pública.
9.° Nombrar y separar libremente los ministros.
10.° Nombrar todos los empleados públicos y conceder honores y distinciones de todas clases, con arreglo a las leyes.
Art. 48. El Rey necesita estar autorizado por una ley especial:
1.° Para enajenar, ceder o permutar cualquiera parte del territorio español.
2.° Para admitir tropas extranjeras en el Reino.
3.° Para ratificar los tratados de alianza ofensiva, los especiales de comercio, y los que
estipulen dar subsidio a alguna Potencia extranjera.
4.° Para ausentarse del Reino.
5.° Para contraer matrimonio, y para permitir que lo contraigan las personas que sean
súbditos suyos y estén llamados por la Constitución a suceder en el Trono.
6.° Para abdicar la Corona en su inmediato sucesor.
Art. 49. La dotación del Rey y su familia se fijará por las Cortes al principio de cada reinado.

TÍTULO VII
De la sucesión de la Corona

Art. 50. La Reina legítima de las Españas es Doña Isabel II de Borbón.
Art. 51. La sucesión en el Trono de las Españas será, según el orden regular, de
primogenitura y representación, prefiriendo siempre la línea anterior a las posteriores; en
la misma línea el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado el varón a la
hembra y en el mismo sexo la persona de más edad a la de menos.
Art. 52. Extinguidas las líneas de los descendientes legítimos de doña Isabel II de
Borbón, sucederán, por el orden que queda establecido, su hermana y los tíos hermanos
de su padre, así varones como hembras, y sus legítimos descendientes, si no estuviesen
excluidos.
 Art. 53. Si llegaren a extinguirse todas las líneas que se señalan, las Cortes harán nuevos
llamamientos, como más convenga a la Nación.
Art. 54. Las Cortes deberán excluir de la sucesión aquellas personas que sean incapaces
para gobernar o hayan hecho cosa porque merezcan perder el derecho a la Corona.
Art. 55. Cuando reine una hembra, su marido no tendrá parte ninguna en el gobierno del Reino.

TÍTULO VIII
De la menor edad del Rey y de la Regencia

Art. 56. El Rey es menor de edad hasta cumplir catorce años.
Art. 57. Cuando el Rey se imposibilitare para ejercer su autoridad o vacare la Corona
siendo de menor edad el inmediato sucesor, nombrarán las Cortes, para gobernar el
Reino, una Regencia compuesta por una, tres o cinco personas.
Art. 58. Hasta que las Cortes nombren la Regencia será gobernado el Reino
provisionalmente por el padre o la madre del Rey y en su defecto por el Consejo de Ministros.
Art. 59. La Regencia ejercerá toda la autoridad del Rey, en cuyo nombre se publicarán  los actos del Gobierno.
Art. 60. Será tutor del Rey menor la persona que en su testamento hubiese nombrado el
Rey difunto, siempre que sea español de nacimiento; si no le hubiere nombrado, será tutor
el padre o la madre mientras permanezcan viudos. En su defecto le nombrarán las Cortes,
pero no podrán estar reunidos los encargos de Regente y de tutor del Rey, sino en el padre o la madre de éste.

TÍTULO IX
De los ministros

Art. 61. Todo lo que el Rey mandare o dispusiere en el ejercicio de su autoridad, deberá
ser firmado por el Ministro a quien corresponda, y ningún funcionario público dará
cumplimiento a lo que carezca de este requisito. Art. 62. Los ministros pueden ser senadores o diputados y tomar parte en las discusiones
de ambos Cuerpos Colegisladores; pero sólo tendrán voto en aquel a que pertenezcan.

TÍTULO X
Del poder judicial

Art. 63. A los Tribunales y Juzgados pertenece exclusivamente la potestad de aplicar las
leyes en los juicios civiles y criminales; sin que puedan ejercer otras funciones que las de
juzgar y hacer que se ejecute lo juzgado.
Art. 64. Las leyes determinarán los Tribunales y Juzgados que ha de haber, la
organización de cada uno, sus facultades, el modo de hacerlas, y las calidades que han de
tener sus individuos.
Art. 65. Los juicios en materias criminales serán públicos, en la forma que determinan las leyes.
Art. 66. Ningún Magistrado o Juez podrá ser depuesto de su destino temporal o perpetuo,
sino por sentencia ejecutoria; ni suspendido sino por auto judicial, o en virtud de orden
del Rey, cuando éste, con motivos fundados, le manda juzgar por el Tribunal competente.
Art. 67. Los jueces son responsables personalmente de toda infracción de ley que cometan.
Art. 68. La justicia se administra en nombre del Rey.

TÍTULO XI
De las Diputaciones provinciales y de los Ayuntamientos

Art. 69. En cada provincia habrá una Diputación provincial, compuesta del número de
individuos que determine la ley, nombrados por los mismos electores que los diputados a
Cortes.
Art. 70. Para el gobierno interior de los pueblos habrá Ayuntamientos, nombrados por los
vecinos, a quienes la ley concede este derecho.
Art. 71. La ley determinará la organización y funciones de las Diputaciones provinciales y de los Ayuntamientos.

TÍTULO XII
De las contribuciones

Art. 72. Todos los años presentará el Gobierno a las Cortes el presupuesto general de los
gastos del Estado para el año siguiente, y el plan de las contribuciones y medios para
llenarlos; como asimismo las cuentas de la recaudación e inversión de los caudales
públicos para su examen y aprobación.
Art. 73. No podrá imponerse ni cobrarse ninguna contribución ni arbitrio que no esté
autorizado por la ley de presupuestos u otra especial.
Art. 74. Igual autorización se necesita para disponer de las propiedades del Estado y para
tomar a préstamo para disponer de las propiedades del Estado y para tomar caudales a
préstamo sobre el crédito de la Nación.

TÍTULO XIII
De la fuerza militar

Art. 76. Las Cortes fijarán todos los años, a propuesta del Rey, la fuerza militar permanente de mar y tierra.
Art. 77. Habrá en cada provincia cuerpos de milicia nacional, cuya organización y
servicio se arreglará por una ley especial; y el Rey podrá en caso necesario disponer de
esta fuerza dentro de la respectiva provincia; pero no podrá emplearla fuera de ella sin
otorgamiento de las Cortes.

Artículos adicionales

Art. 1. Las leyes determinarán la época y el modo en que se ha de establecer el Juicio por
Jurados para toda clase de delitos.
Art. 2. Las provincias de Ultramar serán gobernadas por leyes especiales.
Conforme con lo dispuesto en esta Constitución, me adhiero a ella y la acepto en nombre
de mi augusta hija la Reina Doña Isabel II. María Cristina, Reina Gobernadora.






Esta nueva situación política llevó por supuesto a un cambio en los tipos y leyendas de la moneda, así por orden de 28 de octubre de 1836 y decreto ley de 30 de noviembre de 1836 se modificaban las leyendas, ahora se toman las que se aprobaron en época del Trienio Liberal, el Decreto decía lo siguiente:


“ Doña Isabel II por la gracia de Dios y por la Constitución de la Monarquía española,
Reina de las Españas, y en su nombre Doña María Cristina de Borbón, Reina Regente
Gobernadora del Reino, a todos los que las presentes vieren y entendieren, sabed: Las Cortes,
habiendo examinado la propuesta de S. M. sobre las variaciones que convendría hacer en la
acuñación de la moneda, adaptables al régimen constitucional, han aprobado: La moneda se
acuñará con los mismos tipos, tamaños y contornos que se hace en la actualidad, poniendo
en el anverso Isabel II por la gracia de Dios y la Constitución y en el reverso Reina de las
Españas.


Como puede verse la referencia política es el período constitucional del Trienio Liberal, se vuelve al concepto plural de las Españas y se suprime la referencia a las Indias, ya independientes, siendo este modelo de leyenda el que se seguirá prácticamente en todas las acuñaciones posteriores. 


Escudo cedido por el compañero “ Lanzarote” del foro Imperio Numismático.


1  MARAVEDÍ 

1  Maravedí con ceca Segovia 
Marca de ceca acueducto 
Año de acuñación de esta pieza 1842

1  Maravedí con ceca Jubia 
Marca de ceca "J"
Año de acuñación de esta pieza 1842 


1  Maravedí con ceca Jubia 
Marca de ceca "J"
Año de acuñación de esta pieza 1843



1  Maravedí con ceca Madrid
Marca de ceca " DG"
Año de acuñación de esta pieza 1842


Las primeras acuñaciones en las monedas de 1 maravedi fueron en 1842 ya que los punzones y matrices  llegaron ese mismo año a la ceca.
Se labraron monedas de 1 maravedi en las cecas de Jubia, Madrid y Segovia.

Su canto es estriado.


El material con el que fue acuñada fue cobre.
Con un peso de 1,4 Gramos y un diámetro de 15 mm.

Anverso: Isabel 2ª por la gracia de Dios y la Constitución.
Reverso: Reina de las Españas, Alrededor de la cruz de Don Pelayo cantonada de castillos y leones. En el centro el escusón de Borbon.

Marca de Ceca:

JUBIA: .J.
MADRID: DG ( Departamento de Grabado)
SEGOVIA: Acueducto.

Cuando salieron a circulación estas monedas, Isabel tenía 12 años de edad.


2  MARAVEDÍS 

2  Maravedí con ceca Segovia 
Marca de ceca acueducto 
Los años que se acuñaron estas piezas fueron:
Desde 1838 hasta 1850  


2  Maravedí con ceca Madrid
Marca de ceca Madrid
Los años que se acuñaron estas piezas fue
1837


2  Maravedí con ceca Jubia 
Marca de ceca "J"
Con ceca Jubia nos podemos encontrar con iniciales "J" y " Jª "
Los años que se acuñaron estas piezas fueron:
1838, 1840,1841, 1842, 1844, 1848, 1849.


2  Maravedí con ceca Barcelona
Marca de ceca "Bª"
Los años que se acuñaron estas piezas fue
1858

En las monedas de 2 Maravedis no llegaron los punzones y matrices hasta 1838, por lo tanto sus primeras acuñaciones empezaron ese mismo año.
Se labran monedas de 2 maravedis en las cecas de Barcelona, Jubia, Madrid y Segovia.

Su canto es estriado.



El material con el que fue acuñada fue cobre.
Con un peso de 2,2 Gramos y un diámetro de 19 mm.

Anverso: Isabel 2ª por la gracia de Dios y la Constitución.
Reverso: Reina de las Españas, Alrededor de la cruz de Don Pelayo cantonada de castillos y leones. En el centro el escusón de Borbon.

Marca de Ceca:

BARCELONA: B - Bª
JUBIA: .J.
MADRID: DG ( Departamento de Grabado)
SEGOVIA: Acueducto.

Las monedas de 1 y 2 maravedis no se llegaron acuñar con leyenda monárquica, solamente se labraron con leyenda constitucional.
( Leyenda Constitucional hace alusión a la Constitución ).


4  MARAVEDÍS


4  Maravedí con ceca Segovia 
Marca de ceca acueducto 
Los años que se acuñaron estas piezas fueron:
Desde 1837 hasta 1850



4  Maravedí con ceca Barcelona
Marca de ceca "Bª"
Los años que se acuñaron estas piezas fueron:
1853, 1855.


4  Maravedí con ceca Jubia 
Marca de ceca "J"
Los años que se acuñaron estas piezas fueron:
 1836, 1837, 1840, 1841, 1842, 1845, 1846, 1847, 1848, 1849, 1850.


Se labran monedas de 4 maravedis en las cecas de Barcelona, Jubia  y Segovia.

Su canto es estriado.


El material con el que fue acuñada fue cobre.
Con un peso de 4,5 Gramos y un diámetro de 24 mm.

Anverso: Isabel 2ª por la gracia de Dios y la Constitución.
Reverso: Reina de las Españas, Alrededor de la cruz de Don Pelayo cantonada de castillos y leones. En el centro el escusón de Borbon

Marca de Ceca:

BARCELONA: B - Bª
JUBIA: .J.
SEGOVIA: Acueducto.


8  MARAVEDÍS

8  Maravedí con ceca Barcelona
Marca de ceca "Bª"
Los años que se acuñaron estas piezas fueron:
1852, 1853, 1854, 1855, 1856, 1858.



8  Maravedí con ceca Jubia 
Marca de ceca "J"
Los años que se acuñaron estas piezas fueron:
Desde  1837 hasta 1850




Aquí tenemos un RARO caso de esta moneda con marca de ceca "Jª" Jubia con valor en anverso y leyenda Constitucional en 1836. 




8  Maravedí con ceca Segovia 
Marca de ceca acueducto 
Los años que se acuñaron estas piezas fueron:
Desde  1837 hasta 1850

Se labran monedas de 8 maravedis en las cecas de Barcelona, Jubia  y Segovia.

Su canto es estriado.


El material con el que fue acuñada fue cobre.
Con un peso de 9,8 Gramos y un diámetro de 29 mm.

Anverso: Isabel 2ª por la gracia de Dios y la Constitución.
Reverso: Reina de las Españas, Alrededor de la cruz de Don Pelayo cantonada de castillos y leones. En el centro el escusón de Borbon

Marca de Ceca:

BARCELONA: B - Bª
JUBIA: .J.
SEGOVIA: Acueducto.


El Canto de esta serie de monedas fue ya acuñado con  “virola  partida” .
Esta serie de monedas fueron acuñadas a “volante” ( Llamado también Balancín ). 
La mayor parte  del metal utilizado para acuñar estas monedas fue cogido de las monedas anteriores.

Los grabadores de estas monedas fueron :

Mariano González de Sepúlveda.
Remigio Vega.

En el Anverso de las monedas con leyenda constitucional podemos ver dos bustos diferentes oficiales de Isabel II en los que reflejan el paso de la edad.
Los bustos de la reina miran a derecha.

8 MARAVEDÍS CECA PAMPLONA:

En estos primeros años del reinado concretamente  en 1837 se acuñan en Pamplona piezas de 8 maravedís en bronce fundido, como podemos ver fue acuñada con leyenda constitucional, haciendo alusión a la Constitución.
Se puede decir que fue una moneda de necesidad.

8  Maravedí  ceca Pamplona
Marca de ceca PP
Su año de acuñación fue solamente 1837





Anverso: Isabel 2ª por la gracia de Dios y la Constitución.
Reverso: Reina de las Españas, Alrededor de la cruz de Don Pelayo cantonada de castillos y leones. En el centro el escusón de Borbon.

Estas monedas no tienen un peso exacto ya que suele variar al ser una moneda fundida.





Bibliografia:Texto  sobre la constitución: http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/Hist_Normas/ConstEsp1812_1978/Const1837
Fotos de las monedas sacadas de subasta Aureo 28 de abril de 2011
Foto 8 Maravedis 1837 Pamplona, subasta 25 Junio 2014. Ibercoin